Infección de boca y garganta
Infección de boca y garganta

Infección de boca y garganta

¿Infección de boca y garganta? Es importante tener en cuenta tanto las consecuencias y tratamientos de ciertas infecciones bucales y de garganta como sus causas y prevenciones.

El cuidado de la salud personal es una de las prioridades esenciales de la vida. Existen muchos factores y riesgos que, en ciertos casos, pueden llegar a producir alteraciones y complicaciones tanto en nuestro cuerpo como en su propio organismo.

Virus, infecciones y enfermedades que irrumpen entre las defensas corporales y acaban ejerciendo el mal sobre nuestro estado físico.

Por todo ello, y ante la posibilidad de encontrar imprevistos de este tipo, es importante conocer todas las causas, consecuencias y prevenciones de posibles dolencias, trastornos o malestares corporales.

En este caso concretamente, se tratara de diferentes infecciones enfocadas tanto a la garganta como a la boca.

Infecciones de boca

Herpes labial

Es también conocido en el mundo de la medicina como ampollas de fiebre o calentura y se caracteriza por la reproducción de dolorosas llagas en los labios o alrededor de la boca.

Este tipo de infección es causado por el virus herpes simplex, normalmente de tipo 1 (HSV-1), y su contagio suele ser altamente frecuente entre las personas.

Por norma general, la primera aparición del herpes labial tiene lugar a una edad temprana, durante la niñez, llegándose a confundir en ocasiones con una posible gripe o resfriado.

Sin embargo, su constante existencia y reproducción a medida que uno cumple años, convierte a casi el 90% de los adultos en portadores de dicho virus.

Aunque eso no quiere decir que el herpes tenga que desarrollarse en la boca de todos los infectados, ya que cabe la posibilidad de que únicamente seas portador del virus sin reproducirlo en tu cuerpo.

Gingivitis

Se trata de una curiosa infección en la tiene lugar la inflamación de las encías. Los motivos por los que se produce son, principalmente, la acumulación de placa bacteriana y sarro, debido a una mala higiene bucal y dental. Otro de los hábitos que puede hacer que la gingivitis haga su aparición es el tabaquismo.

Además, también es muy común que dicha inflamación acarree efectos tan negativos en la boca como el correspondiente enrojecimiento y sangrado de las encías, la sensibilidad al frío y el mal aliento.

A la hora de evitar infecciones tan indeseadas como éstas, la solución no es otra que una correcta limpieza bucal diaria y un buen uso del hilo dental.

Sin embargo, no existe nada mejor como acudir al médico más cercano para sacar a uno de dudas, acerca de las consecuencias y tratamientos de dicho problema.

Será el odontólogo quien se encargue de realizar una limpieza bucodental para eliminar todo el sarro que presiona sobre las encías.

fuerte infección en la garganta

Infecciones de garganta

Amigdalitis

Conocidas comúnmente también como anginas, este tipo de infección consiste en la hinchazón de las amígdalas y su posterior efecto de dolor.

En general, la zona afectada se sitúa a ambos lados de la garganta, donde se encuentran las ya nombradas amígdalas o ganglios linfáticos.

Su función principal consiste en ejercer de escudo de defensa del sistema inmune y evitar la filtración de bacterias a través de la boca o nariz.

Algunos medicamentos nos ayudan a disminuir el dolor de garganta como Aderogyl pero recuerda que siempre debes visitar a tu médico si los problemas persisten ya que podría ser peligroso.

Además, la amigdalitis no entiende de edad y puede darse tanto en adultos como en niños, si bien es cierto que suele ser más frecuente durante la infancia.

Para detectar este tipo de infección, tan solo hace falta poner atención a los síntomas principales que puede acarrear este problema de salud, siendo el dolor de cabeza, la fiebre, la dificultad de tragar y la inflamación de los nódulos linfáticos los más comunes.

En cuanto a su eliminación, la cirugía es una de las soluciones a las que suele recurrir, aunque cada vez con menos frecuencia.

Faringitis

Se produce cuando una infección bacteriana ataca a nuestra garganta o faringe, acompañada de su correspondiente irritación e inflamación.

Su empeoramiento llega con el paso de los días, cuando incluso resulta difícil el hecho de tragar alimentos o bebidas.

Además, suele traer consigo síntomas como la voz ronca, la sequedad de la garganta e incluso pus, provocando a su vez consecuencias tales como fiebre, tos, dolor de cabeza y escalofríos.

Sin embargo, existen ciertos factores que suele incidir lo suficiente como para que la faringitis afecte de forma diferente a unas personas y otras.

Y es que esto puede llegar a suceder, derivando en fiebre reumática, sepsis (infección bacteriana de la sangre mortal) y obstrucción de las vías respiratorias.

Una buena higiene, el uso de antibióticos y el empleo de remedios curativos caseros evitarán que la faringitis dañe aún más nuestra salud.

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